Asocolcanna también está trabajando en una solicitud con el Dane para que las cifras del sector agroindustrial del cannabis entren dentro de las estadísticas de esa entidad.
Bogotá — El Decreto 811 abrió las puertas para la exportación de flor seca de cannabis y diferentes usos industriales en Colombia, aunque las empresas del sector consideran importante que también se materialice una regulación paralela del CBD para aprovechar mejor estas oportunidades y a la vez que se avance en el acceso al crédito, uno de los retos históricos.
El presidente de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna), Rodrigo Arcila Gómez, destacó que “sin duda” el Decreto 811 del 23 de julio pasado generará “mayores posibilidades” para la industria del cannabis, pero para alcanzarlas el sector apunta a que este “quede materializado en una muy buena reglamentación”.
Puntualmente buscan que “se materialice la compatibilidad de este decreto con el mercado de una manera mucho más clara, como se tenía en el Decreto 613″ del 2017, que fue reemplazado con el del 23 de julio de 2021.
Agrega que en el Decreto 811 “quedaron vacíos en el uso del CBD, uno de los ingredientes más importantes de la planta. Sin eso la industria quedaría cortada”, resaltó en la entrevista Rodrigo Arcila, quien considera que es posible una regulación exprés con el fin de “materializar que esta industria ya pueda incursionar en alimentos, bebidas, suplementos dietarios y todos estos usos que son tan importantes para el desarrollo de este nuevo portafolio de servicios”.
El Decreto 811 quedará reglamentado con dos resoluciones, según explicó Asocolcanna, una de las cuales deberá ser expedida por los Ministerios de Salud, Justicia y Agricultura, y la otra “debe venir para consulta pública, ojalá en estos días, procedencia del Ministerio de Comercio”.
A propósito, Asocolcanna indicó que en el capítulo de asignación de cupos le están haciendo algunas observaciones “para tratar de simplificar esa situación” en la reglamentación, generando “mayor oportunidad, menos tramitología y más compatibilidad con los mercados externos”.
Otro de los puntos que siguen de cerca las empresas es la financiación, que sigue siendo un reto para las compañías que “han tenido que pasar por todas las estigmatizaciones. Si queremos ser una potencia y jugar el papel que pretendemos jugar a nivel internacional con el cannabis hay que tomar decisiones en materia de cómo garantizar créditos y monetizaciones desde la banca estatal por lo menos”.
“Necesitamos un acompañamiento más sólido de la banca, tanto de la estatal como de la comercial, es un llamado nuevamente (…)”, manifestó el líder de Asocolcanna, quien reiteró que el país no puede “perder tiempo”, ya que en la actualidad los empresarios ofrecen como garantías “las tierras, sus activos y lo que está a su disposición en ese momento; sin embargo, para las entidades financieras esto no basta, necesitan una sobreprotección muchísimo más alta, ahí vienen los inconvenientes”.